martes, 29 de octubre de 2013

San Luis-Boston, en una Serie Mundial en lo que imprevisto es la regla



Una obstrucción que reporta una carrera. Un corredor sorprendido fuera de base con dos out en la novena entrada. Pareciera que cada juego de esta Serie Mundial tuviese reservado un desenlace insólito.

El duelo entre los Medias Rojas de Boston y los Cardenales de San Luis se ha convertido en un carrusel de lo imprevisto, pero también de errores y mánagers que meten la pata.

Luego que el tercer partido terminó con una jugada de obstrucción, el cuarto produjo un último out en el que el relevista de los Medias Rojas Koji Uehara tiró a la primera base para sorprender al corredor emergente Kolten Wang, con Carlos Beltrán -el hombre de los hits clave en octubre- en el plato.

Uehara confesó que su intención no era sacar a Kolten Wong. Todo lo que pretendía el pitcher japonés era hacer un tiro de rutina a la inicial con el fin de poner a dudar sobre su próximo pitcheo a Beltrán, quien representaba la carrera del empate en el último acto.


Boston gana 3-1 a San Luis y se pone a uno



El abridor de los Red Sox trabajó 7.2 tandas de cuatro hits y una carrera, y en una noche donde hubo 19 ponches, Boston viaja a su casa a un triunfo del título.

ST. LOUIS, estados unidos (Lunes 28 de Octubre).- Ya hubo errores que se reflejaron en la pizarra, un final con una obstrucción y uno con una revirada a primera, ayer fue el turno del pitcheo. Jon Lester terminó con los Cardenales de San Luis en una noche donde fue totalmente indescifrable para los bateadores locales y donde su defensiva jugó al más alto nivel.

A Lester solo le pegaron cuatro hits y la carrera que anotó San Luis fue por la vía del jonrón, y con una carrera en el primer rollo y dos anotaciones en la séptima tanda les bastó para echarse a la bolsa el quinto juego de la Serie Mundial, que le dijo adiós a San Luis con una pizarra de 3-1.

Ahora mirando hacia Boston, los Medias Rojas llegan con un David Ortiz imparable, luego de irse de 4-3 con una empujada, pero también, encontró apoyo de sus compañeros, en una noche donde el otro abridor, Adam Wainwright, también salió en un plan grande, con 10 ponches en siete tandas, aunque con tres carreras que fueron inalcanzables para los de casa.

“Estamos contentos de regresar a casa habiendo sacado dos de tres juegos aquí, pero todavía falta el más difícil”, explicó David Ortíz, quien sigue siendo el bat más encendido de los Medias Rojas.